Arconte Horaios

Nombre: Arconte Horaios
Identidad: Ninguna
Clasificación: Alienígena 
Especie: Osiriano
Ocupación: Centurión
Familia: Desconocida
Hogar: Osiris
Primera Aparición: Por Determinarse.

El Arconte Horaios es un personaje original de las novelas de George Boulevard. 

Inspiración 

Un juguete de Hades.

También Horaios, uno de los 7 Arcontes del Gnosticismo. 

Georgie World

Horaios era un sacerdote Osiriano. Según cuenta una antigua leyenda, Osiris fue alguna vez el epicentro de una gran guerra extremadamente antigua donde portadores de la Entropía del Universo se enfrentaron unos con otros. 

Como resultado del embate, Osiris quedó sumamente fracturado por lo que el planeta comenzó a ser lentamente devorado por su estrella. Los Osirianos supervivientes decidieron dedicar su vida y el poder de la Entropía del Universo que habían aprendido a utilizar por naturaleza, para renovar su planeta y así evitar que fuera devorado por su estrella. Esta carga era una expiación que los Osirianos debían sufrir por el resto de su existencia, según sus creencias, como castigo por casi haber causado la destrucción de su mundo durante aquella antigua guerra. Horaios, nacido poco después del final de dicho conflicto, creció con estas ideas. 

Los siglos siguientes el número de Osirianos se redujo significativamente. Muchos abandonaron Osiris hartos de desgastar sus energías y vidas en mantener su planeta activo. 

Osiris pasó a ser un planeta de monjes, como una abadía gigante. Sus habitantes enclaustrados dedicaban extensas horas de meditación y oración al desarrollo de la Entropía del Universo y su uso para renovar su planeta y evitar que fuera devorado por el Sol. 

Como consecuencia de esto, era muy difícil ver a un Osiriano. La mayoría vivía en catacumbas en lo más profundo de las galerías del planeta. Aunque Osiris se había convertido en un destino turístico para otras especies alienígenas, los Osirianos no interactuaban con ellas. De hecho, para muchos, los osirianos estaban extintos y eran prácticamente un mito. 

Durante la Guerra Unipocalíptica, una comunidad de alienígenas quedó atrapada en Osiris y tuvieron que establecerse ahí temporalmente. A lo largo de la guerra más y más comunidades tomaron el planeta como refugio. Dado que tenían nuevos habitantes, un muy pequeño grupo de Osirianos liderados por Horaios decidieron extenderles una mano y ofrecerles comida y asilo a los habitantes. 

Los Osirianos más conservadores no querían que los refugiados se quedaran en Osiris. Temían que fueran a atraer la guerra a un sitio tan sagrado y además se quejaban de que ninguno de los refugiados aportaba a la renovación constante del planeta. Horaios ofreció como solución entrenar a algunos en la Entropía del Universo. A los Osirianos eso no les gustó, sin embargo, Horaios, en secreto, entrenó a algunos refugiados entre ellos a Kabuuka, en una abadía-catedral que después pasaría a ser conocida como la Fortaleza de la Culpa. 

Años después, Horaios recibió una visita en Osiris del Frente Intergaláctico por la Paz. Los Grises, quienes también manipulaban la Entropía del Universo, ansiaban contar con el apoyo de los Osirianos para devolver al Universo a un estado de paz. Horaios, quien desde siempre había creído que la Entropía del Universo podía ser utilizada para algo más que solo para renovar un planeta, aceptó unir a Osiris al Frente Ultragaláctico para así lograr el cometido de ponerle fina  la Guerra Unipocalíptica. 

Una vez que la guerra terminó, la recién conformada Confederación Ultragaláctica creó bajo los consejos de algunos manipuladores de la Entropía del Universo, entre ellos Horaios, el programa de los Pariahs. Horaios ofreció Osiris y su abadía, a la cual renombró la Fortaleza de la Culpa, para entrenar a los Pariahs, como nuevos guerreros quienes pudieran dar un nuevo uso a la Entropía del Universo para asegurar la paz y el orden en el cosmos. 

Sin embargo, para lograr esto, Horaios tuvo que retornar primero a Osiris y secretamente, sin conocimiento de la Confederación, confrontar a los otros osirianos que él sabía que se opondrían. La población Osiriana estaba al borde de la extinción. Los Osirianos se creían inmortales gracias al uso de la Entropía del Universo y por ello habían prohibido todo tipo de copulación sin embargo incluso la Entropía del Universo tenía un límite. Para cuando Horaios fundó la Fortaleza de la Culpa, en Osiris apenas quedaban poco más de cincuenta Osirianos. 

Horaios ni siquiera tuvo que pelear para que los otros osirianos aprobaran el Programa Pariah, contra el cual se oponían rotundamente. Bastó la amenaza de un combate entre portadores de la Entropía del Universo para que los Osirianos cedieran. Sin embargo, los osirianos decidieron aislarse aún más en los adentros de su planeta, lejos de todo contacto con el exterior, con los pariahs, con Horaios y con la Fortaleza de la Culpa. En otras palabras se podría decir que exiliaron a Horaios a las afueras de su planeta. 

Los Osirianos, aunque tenían nulo interés en la política de la Confederación Ultragaláctica, aprobaban el Aislamiento Universal que estaban proponiendo. En contraste, Horaios no lo hacía. Aunque entendía los motivos de la Confederación, creía que era un desperdicio que los Pariahs estuvieran estacionados en un solo planeta. Secretamente, Horaios pensaba que la mejor solución era formar un ejército de Pariahs, mantener al Universo conectado y usar a dichos Pariahs para imponer el orden. 

Así pues, la Fortaleza de la Culpa empezó a funcionar. Horaios fue mentor de cientos de Pariahs a quienes enseñó a utilizar los poderes de la Entropía del Universo. 

El programa Pariah estuvo activo durante mucho tiempo. Horaios utilizaba su meditación para visitar a otros Pariahs y supervisar su desarrollo en sus respectivos planetas. Así, reparaba en la pérdida de potencial que tenían y se lamentaba por ello. 

A pesar de ser uno de los jefes del programa Pariah, Horaios estuvo desinformado de múltiples actividades, por ejemplo de la manipulación de los recuerdos de Yupota para convertirlo en un Pariah. 

Con el paso de los años, Horaios se volvió más y más desconfiado de la Confederación. Horaios instó a que levantaran el aislamiento del Universo y no dejaba de sugerir que utilizaran a los Pariahs como una fuerza de Orden y no solo de Contención. La Confederación siempre afirmaba tomar en cuenta sus consejos pero nunca los ponían en práctica. 

Cuando Yupota empezó con su conquista de planetas, originalmente Horaios lo vio como una amenaza. Yupota había asesinado a Kabuuka, antiguo aprendiz y amigo de Horaios. Horaios y Yupota además nunca se habían llevado bien. Horaios veía la pasión en los ojos de Yupota y sin importar cuánto se arrepintiera, supuestamente, de sus acciones. Creía que era un error enseñarle a alguien como él los poderes de la Entropía del Universo. 

Por todo esto, cuando Yupota atacó Osiris, Horaios preparó a todos sus estudiantes y colaboradores profesores para defender la Fortaleza de la Culpa. El embate fue fiero. Horaios en persona terminó enfrentándose con Yupota. Su combate culminó técnicamente en empate, sin embargo Horaios se rindió en el último momento reconociendo que Yupota había aprendido a dominar la Entropía del Universo de una forma nunca antes vista. 

Horaios comprendió que sin las cadenas que los Osirianos ponían a su propia gente ni la culpa que los Grises hacían cargar a los Pariahs, inspirado además por su historia, su rencor, su sed de venganza y su pasión, Yupota se había librado de todas sus ataduras y había iniciado su ascenso para sacar el máximo provecho de la Entropía del Universo, un poder que los Osirianos habían temido y rebajado a ser utilizado solo como un mecanismo de renovación. 

Maravillado con lo que Yupota había alcanzado, Horaios se rindió entregando la Fortaleza de la Culpa y Osiris a Yupota. Muchos estudiantes vieron a Horaios como un traidor e intentaron levantarse contra el conquistador pero terminaron asesinados. El limitado resto o huyeron o juraron su lealtad a Yupota. 

Horaios y Yupota debatieron sobre lo que Yupota deseaba hacer. Crear la Anarlaxia. Horaios estuvo de acuerdo con su misión aunque él deseaba que en la Anarlaxia los Pariahs fueran una Fuerza del Orden. Yupota no tenía interés en limitar el albedrío de las personas, sin embargo coincidía con Horaios que el potencial de los Pariahs era desperdiciado y que cuando menos podría utilizarse para liberar mundo en lugar de aprisionarlos como quería hacerlo la Confederación. 

Así pues, Yupota aceptó que Horaios se convirtiera en su mano derecha, el primer arconte, sedescal y guardián de Osiris, capital de la Anarlaxia. Yupota tenía interés en establecerse ahí pues consideraba que Osiris era el lugar perfecto para conocer más sobre la Entropía del Universo, por un lado, y por el otro era el bastión ideal para hacer frente a las fuerzas de Zeta Retículi. 

Horaios le ayudó a Yupota a hacerse con el control absoluto del planeta. Ambos buscaron en las entrañas de Osiris al resto de los Osirianos. Los encontraron. Quedaban quince vivos y estos se habían preparado para enfrentarse a Yupota pues a través de la Entropía del Universo habían sentido su llegada y corrupción de dicha energía sagrada. 

Yupota asesinó al líder de los Osirianos y capturó al resto dejándolos en un estado de meditación permanente para la renovación del planeta. Con ello, la raza Osiriana se consideró como tal extinta, Horaios siendo el último de ella con excepción de algunos perdidos en otras regiones del Universo. 

Desde entonces, el Arconte Horaios se dedicó a ser el consejero de Yupota y defensor de Osiris en su ausencia. 

Poderes y Habilidades

Horaios es un Osiriano. Por la naturaleza de su raza, puede acceder a la Entropía del Cosmos naturalmente a voluntad, lo que le dota de poderes de levitación, telepatía y piroquinesis. 

Técnicamente es un Pariah así que está también entrenado en el uso de la Mente para manipular la Entropía del Cosmos a voluntad lo que le permite: 
  • Levitar Objetos usando una Aura de Energía
  • Manifestar Armas y Escudos Hechos de un Aura de Energía
  • Rejuvenecimiento de sus Células, lo cual lo dotó de inmortalidad. 
Al ser también un Arconte, Horaios tiene un inmenso poder de destrucción y basto conocimiento sobre la Entropía del Universo. 

El aura que Horaios utiliza es Azul, lo que significa que ha encontrado paz en la culpa que le habían hecho cargar de utilizar la Entropía del Universo solo como renovación. 

Horaios utiliza fuego azul como arma y lo dispara o escupe como si fuera un lanzallamas. 

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